En el libro "Good to Great" de Jim Collins, se presenta una anécdota inspiradora sobre la gestión del talento en las empresas. Un líder empresarial enfatizaba la importancia de tener un equipo cuyos miembros fueran tan valiosos que doliera pensar en su partida. Este enfoque no solo realza la importancia del talento, sino también la necesidad de reconocer y recompensar adecuadamente a quienes verdaderamente marcan la diferencia.
María, una talentosa ingeniera de software, ha recibido una oferta de otra empresa. Su jefe, Pedro, sabe que perder a María sería un duro golpe para el equipo. Su trabajo ha sido excepcional y sus ideas innovadoras han llevado a la empresa a nuevos horizontes. Pedro se siente genuinamente preocupado al pensar en su partida.
Pedro decide sentarse con María para una conversación honesta. Le expresa lo valiosa que es para la empresa y lo mucho que aprecian su trabajo. María, por su parte, expone su deseo de crecimiento y la oferta que ha recibido. Pedro sabe que la situación requiere más que palabras de agradecimiento; es el momento de negociar un salario que refleje el verdadero valor de María para la empresa.
Cuando estás a punto de entrar en una nueva empresa, la preparación es crucial. Ana, una joven profesional, ha pasado semanas investigando el rango salarial para su puesto. Armada con esta información, se presenta a la entrevista con confianza. Ana no solo comunica sus expectativas salariales basadas en datos del mercado, sino que también demuestra cómo su experiencia y habilidades añadirán valor inmediato a la empresa. Su claridad y profesionalismo impresionan al reclutador, quien aprecia su enfoque directo y bien fundamentado.
Carlos ha estado en su empresa por varios años y ha demostrado consistentemente su valor. Ha liderado proyectos clave, ha superado objetivos y ha asumido nuevas responsabilidades. Sin embargo, su salario no refleja estos logros. Decide documentar todos sus logros y prepara una presentación para su jefe. Escoge el momento adecuado, durante su revisión anual, para plantear su caso.
Carlos inicia la conversación destacando sus contribuciones cuantificables y cómo han beneficiado a la empresa. Su jefe, consciente del impacto positivo de Carlos, entiende que es justo reconocer su esfuerzo con un aumento salarial. La conversación se desarrolla de manera abierta y profesional, resultando en un acuerdo beneficioso para ambos.
Para los empleadores, es fundamental identificar y valorar a los miembros clave del equipo. Aquellos cuyo potencial y desempeño destacan, como María y Carlos, son esenciales para el éxito a largo plazo de la empresa. Es crucial no solo ofrecer un salario competitivo, sino también crear un ambiente en el que se sientan valorados y motivados.
Jim Collins nos recuerda que el verdadero liderazgo radica en construir un equipo sólido y valorar adecuadamente a sus miembros. Reconocer el talento y negociar salarios justos no solo retiene a los mejores empleados, sino que también fortalece la cultura y el éxito de la empresa.
En T-mapp, creemos en la importancia de valorar y reconocer el talento. Negociar un salario justo es un paso esencial para construir relaciones laborales sólidas y mutuamente beneficiosas. Para más consejos y apoyo en tu carrera profesional, visita T-mapp.
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